Definiciones 
¿Qué son los antibióticos? 
Los antibióticos, también 
llamados antimicrobianos, son un tipo de medicamento que puede destruir las 
bacterias o impedir su crecimiento para curar infecciones en las personas, los 
animales y, en ocasiones, en las plantas. Los antibióticos son medicamentos que 
combaten las infecciones bacterianas (como la neumonía neumocócica o las 
infecciones estafilocócicas de la sangre); los antimicrobianos que son eficaces 
frente a los virus se llaman habitualmente antivirales (por ejemplo, los usados 
para la gripe, el VIH o el herpes). No todos los antibióticos son eficaces 
contra todas las bacterias. Existen más de 15 grupos distintos de antibióticos 
que se diferencian en su estructura química y su acción contra las bacterias. Un 
antibiótico determinado puede ser eficaz contra un sólo tipo de bacteria o 
contra varios. 
¿Qué es la resistencia a los antibióticos? 
Se dice que 
una bacteria ha desarrollado resistencia cuando un antibiótico específico pierde 
su capacidad para destruir la bacteria o detener su crecimiento. Algunas 
bacterias son resistentes por naturaleza a determinados antibióticos 
(resistencia intrínseca o inherente). El problema es más preocupante cuando 
algunas bacterias que normalmente son sensibles a los antibióticos se vuelven 
resistentes como consecuencia de alguna alteración genética (resistencia 
adquirida). Las bacterias resistentes sobreviven en presencia del antibiótico y 
siguen multiplicándose, prolongando la enfermedad e incluso causando la muerte. 
Las infecciones provocadas por bacterias resistentes requieren mayores cuidados  
así como  el uso de antibióticos alternativos y más costosos que, en ocasiones, 
pueden tener efectos secundarios más graves. 
Causas de resistencia a los 
antibióticos 
¿Cuál es la principal causa de resistencia a los antibióticos? 
La resistencia a los antibióticos puede ocurrir  de manera natural 
como consecuencia  de mutaciones en los genes de una bacteria. Sin embargo, el 
uso excesivo e inadecuado de los antibióticos acelera la aparición y la 
propagación de bacterias resistentes. Las bacterias sensibles son destruidas 
cuando se exponen a los antibióticos, mientras que las bacterias resistentes 
siguen creciendo y multiplicándose. Estas bacterias resistentes pueden 
diseminarse y causar infecciones a otras personas que no hayan tomado ningún 
antibiótico. 
¿Qué es el uso 
«inadecuado» 
de los antibióticos? 
-Cuando usted utiliza los  antibióticos por un 
motivo equivocado: la mayoría de los resfriados y la gripe 
están causados por virus frente a los cuales los antibióticos NO son eficaces. 
En estos casos, su enfermedad no mejorará si toma antibióticos: los antibióticos 
no bajan la fiebre ni mejoran los síntomas como los estornudos. 
-Cuando usted usa  los  antibióticos de manera incorrecta: 
si acorta la duración del tratamiento, reduce la dosis o no toma la medicación 
con la frecuencia correcta (si toma el fármaco una sola vez, en lugar de 2 ó 3 
veces al día según las instrucciones), usted no tendrá una cantidad suficiente 
del medicamento en su cuerpo y las bacterias sobrevivirán y se harán 
resistentes. 
Siga siempre las instrucciones de su médico y tome los antibióticos cuándo y 
cómo él se lo indique. 
¿Qué enfermedades causan las bacterias resistentes? 
Las 
bacterias multirresistentes pueden causar una amplia variedad de infecciones: 
infecciones urinarias, neumonía, infecciones cutáneas, diarrea o infecciones de 
la sangre. La localización de la infección dependerá de la bacteria y del estado 
del paciente. 
Los pacientes hospitalizados corren el riesgo de contraer infecciones que no 
están relacionadas con la causa del ingreso, por ejemplo, infecciones de la 
sangre y del foco quirúrgico causadas por SARM (Staphylococcus aureus 
resistente a la meticilina, un tipo de antibiótico que normalmente es eficaz 
contra esta bacteria), infecciones de la sangre causadas por 
Enterobacteriaceae productoras de BLEE (betalactamasas de espectro 
extendido, enzimas capaces de destruir algunos antibióticos), infecciones de 
válvulas cardíacas causadas por Enterococcus resistentes a la 
vancomicina e infecciones de heridas y focos quirúrgicos provocadas por 
Acinetobacter baumannii resistente a los carbapenémicos. 
El problema de la 
resistencia a los antibióticos 
¿Por qué supone un problema la resistencia a los antibióticos? 
El tratamiento de las infecciones causadas por bacterias 
resistentes plantea un reto: los antibióticos que se utilizan habitualmente ya 
no son eficaces y los médicos tienen que elegir otros distintos, lo que puede 
hacer que los pacientes tarden más tiempo en recibir el tratamiento correcto y 
provocar complicaciones e incluso la muerte. Además, el paciente puede 
necesitar  mayores cuidados  y antibióticos alternativos  más costosos que, en 
ocasiones, tienen efectos secundarios más graves. 
¿Cuál es la gravedad del problema? 
La situación está 
empeorando con la aparición de nuevas cepas bacterianas resistentes a varios 
antibióticos al mismo tiempo (que se denominan bacterias multirresistentes). 
Estas bacterias podrían incluso llegar a ser resistentes a todos los 
antibióticos conocidos. Sin antibióticos eficaces, regresaríamos a la «era 
anterior a los antibióticos», y los trasplantes de órganos, la quimioterapia 
contra el cáncer, los cuidados intensivos y otros procedimientos médicos ya no 
serían posibles. Las enfermedades bacterianas se propagarían y serían imposibles 
de tratar, con lo que provocarían la muerte. 
¿Es más grave el problema ahora que en el pasado? 
Antes 
del descubrimiento de los antibióticos, miles de personas fallecían a causa de 
las enfermedades bacterianas, como la neumonía, o por una infección contraída 
tras una operación. Desde que se descubrieron y se empezaron a usar los 
antibióticos, cada vez hay más bacterias —que inicialmente eran sensibles— que 
se han hecho resistentes y han desarrollado muchas formas diferentes de 
contrarrestar los efectos de los antibióticos. Debido al aumento de la 
resistencia y a que en los últimos años se han descubierto y comercializado 
pocos antibióticos nuevos, el problema de la resistencia a los antibióticos 
constituye actualmente una importante amenaza para la salud pública. 
¿Qué puede hacerse para remediar este problema? 
Todos 
somos responsables de conseguir que los antibióticos sigan siendo eficaces. El 
uso prudente de los antibióticos puede contribuir a detener el desarrollo de 
bacterias resistentes y ayudar a que los antibióticos sigan siendo eficaces para 
las generaciones venideras. Teniendo esto en mente, es importante saber cuándo 
es adecuado tomar antibióticos y cómo tomarlos de forma responsable. Las 
eficaces campañas de sensibilización pública, que  se están llevando a cabo  en 
algunos países, han servido para reducir el consumo innecesario de antibióticos. 
Todos podemos desempeñar un papel importante en la disminución de la 
resistencia a los antibióticos:
• Pacientes: 
- Siga las recomendaciones de su médico cuando tome antibióticos.
- Siempre que sea posible, vacúnese para evitar las infecciones.
- Lave sus  manos y las de  sus hijos  con regularidad, por ejemplo, después 
de toser y estornudar y antes de tocar otras cosas o a otras personas.
- Utilice siempre los antibióticos bajo prescripción facultativa, no aproveche 
la medicación sobrante ni tome antibióticos obtenidos sin receta médica.
- Pregunte a su farmacéutico cómo deshacerse de los medicamentos que le 
sobren. 
 
• 
Médicos y otros profesionales sanitarios, por ejemplo, farmacéuticos y 
enfermeros: 
- Recete antibióticos sólo cuando sea necesario, de acuerdo con las 
directrices basadas en datos científicos. En la medida de lo posible, recete un 
antibiótico que sea específico para la infección concreta y no un antibiótico 
«de amplio espectro».
- Explique a los pacientes cómo pueden aliviar los síntomas de los resfriados 
y la gripe sin recurrir a los antibióticos.
- Explique a los pacientes por qué es importante que cumplan el tratamiento 
cuando el médico les receta un antibiótico. 
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