Sergio, 10 años. Mayo de 2011.
¿Qué me ocurre?
Los síntomas que nos cuenta Sergio es lo que
conocemos como rinoconjuntivitis, y, en la época en la que estamos,
corresponden con mayor probabilidad a
una causa alérgica. En nuestro entorno la causa alérgica estacional más
frecuente es la exposición a pólenes,
sobretodo de gramíneas y olivo. El
periodo de polinización habitualmente
suele ir de Marzo a Junio
Su incidencia
está en aumento. Según la Organización Mundial
de la Salud (OMS),
las enfermedades alérgicas en su conjunto ocupan el sexto lugar en cuanto a
frecuencia respecto al resto de enfermedades.
La rinitis alérgica se caracteriza por los síntomas que tan bien
relata nuestro paciente: picor de nariz, el síntoma más frecuente, mucosidad
clara, como “agüilla” en la nariz, también con mucosidad espesa en la garganta, obstrucción
nasal y estornudos en salvas.
Menos común es el picor en el paladar, típico en la alergia a pólenes, y
que puede producir tos. La congestión nasal persistente puede dar
lugar problemas en los oídos (con
sensación de taponamiento, pérdida de audición) y puede favorecer la sinusitis.
La c o n j u n t i v i t i s es la afectación de la conjuntiva y
generalmente afecta a los dos ojos. Cursa con lagrimeo, picor y enrojecimiento.
Se asocia frecuentemente con la primavera, por lo que hay que descartar alergia
a pólenes.
La importancia de la
rinitis está en la limitación de la calidad de vida y su relación con el asma alérgico.
¿Qué puedo hacer para encontrarme mejor?
Por un lado usamos medicamentos
que debe prescribirlos tu médico y es
esencial modificar tus
hábitos de vida.
Dentro de los medicamentos que más comúnmente se prescriben están los
llamados antihistamínicos orales, para aliviar los síntomas nasales
sobretodo, y en ocasiones también en
forma de colirios para la conjuntivitis alérgica. En algunas
ocasiones es preciso asociar corticoides nasales para mejorar la obstrucción nasal.
Es fundamental que hagamos una
adecuada limpieza nasal lavando la nariz
con suero fisiológico o preparados similares existentes en el mercado. El fin es disminuir el depósito de las partículas
de polen, así como la limpieza de las mucosidades.
También deberíamos lavar los ojos con suero.
Además,
es conveniente evitar la exposición al polen en las horas de máxima concentración: las primeras y últimas del
día, mantener las ventanas cerradas, airear las habitaciones durante no más de
5 minutos, viajar en los coches con las ventanas cerradas y preferiblemente
con aires acondicionados con filtros
para polen así como, si es necesario, usar gafas y/o mascarillas para evitar la exposición en
aquellas personas muy susceptibles a la
exposición. Tampoco se deben
ingerir preparados de polen, y evitaremos
las salidas al campo, cruzar parques y zonas verdes durante la época de mayor
concentración de polen.
También conviene ducharse al llegar a casa y retirar la ropa que ha estado en contacto con el polen con el fin de
limitar la exposición dentro de nuestro hogar.
Es útil mantenerse informado
sobre la concentración de pólenes
que hay en el ambiente. Esta información es accesible a través de la red
de Vigilancia Epidemiológica de las
distintas Comunidades. En Madrid se puede acceder en el link de la
Red de vigilancia de Riesgos ambientales en salud, Red Palinológica de la Comunidad de Madrid.
Como siempre, es sumamente
recomendable conocer los
tratamientos que usamos , tener las instrucciones de uso por escrito y poner todos
los medios a nuestro alcance para
contribuir a nuestra propia salud.
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