- Despidos y reducciones de jornada de personal eventual y eliminación de la correspondiente actividad asistencial. Se recordó la importancia de que la opinión pública conozca la estructuralidad de ese fraude de ley que son los contratos eventuales: los profesionales contratados con contratos eventuales desarrollan actividades asistenciales rutinarias y básicas para el buen funcionamiento del sistema sanitario.
- Disminución de la cartera de servicios: cierres de unidades especializadas, de camas en áreas de hospitalización convencional y de atención a pacientes críticamente enfermos, intervenciones quirúrgicas programadas y actividades de atención continuada
- Derivación/sustracción de pacientes hacia hospitales privados, (habitualmente de aquellos aquejados de procesos rentables -p.ej. intervenciones no complicadas y con estudios preoperatorios realizados en el centro público-). En esto coincidieron la mayoría de representantes de centro, pero especialmente los de los centros frontera. Anunciaron la próxima presentación de un mapa de derivaciones. En relación con la realización de exploraciones complementarias diversos jefes de servicios centrales comunicaron la paradójica situación que se vive en estos servicios en los que las direcciones han optado por descontar la retribución correspondiente al aumento de jornada semanal a 37,5 horas, dedicándose sin embargo fondos públicos para el abono de la realización de estas exploraciones en centros privados. En varias ocasiones se utilizó la palabra expolio para describir este fenómeno
En la segunda fase de la reunión se repasó la cronología de los 6 encuentros con la Comunidad de Madrid desarrollados hasta el momento y de cómo en las diferentes reuniones se ha ido aproximándose al tema central, que es la privatización de centros de titularidad pública. Se informó que la Consejería de Sanidad puso sobre la mesa la posibilidad de privatizar al menos un hospital, tal y como había circulado en redes sociales. Dicha propuesta fue considerada inaceptable por los negociadores médicos dado que la gestión sanitaria privada no ha demostrado ser más eficiente que la pública ni, aunque lo hubiera demostrado, esta medida garantizaría el ahorro necesario que, según la Consejería, es lo que motiva este plan. Fue muy interesante el análisis de los negociadores sobre las tres razones que explicarían la insistencia de la Consejería en la privatización
- Deseo de la Comunidad de Madrid de desaparecer de la primera línea de fuego de la responsabilidad de la gestión sanitaria. Es un claro ejemplo de pseudoliberalismo. No creen que la administración deba gestionar determinados servicios, aunque estos sean sufragados con los impuestos de los ciudadanos. Entre ellos la sanidad. Este punto es sumamente preocupante.
- Según la Consejería, los actuales mecanismos de gestión pública impiden la creación de una central de compras operativa. Lo que no explican es por qué no legislan para mejorar estos mecanismos.
- Oposición al sistema laboral estatutario/funcionarial por la imposibilidad para influir sobre dicho personal (continuidad contractual entre otros)
Llegados a este punto los negociadores reconocieron la dificultad de saber si la Consejería tiene una verdadera voluntad de negociación o si está empleando una estrategia dilatoria.
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